¿Qué es la plata de ley y la 925? ¿Cuál es la buena?
La bizarre Susu
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La plata ha sido un metal preciado a lo largo de la historia, no solo por su belleza y maleabilidad, sino también por los resultados obtenidos al trabajarla. La creación de objetos, utensilios y joyas siempre ha sido muy apreciada. Su durabilidad hace que, hoy en día, las joyas antiguas o vintage, así como los accesorios de épocas pasadas, sean muy valorados. Sin embargo, es importante saber que la plata pura es demasiado blanda para fabricar piezas duraderas, por lo que se mezcla con otros metales para mejorar su resistencia. Estas aleaciones se conocen y se clasifican según la pureza del metal.
¿Qué es la plata de ley?
La plata de ley, también conocida como plata esterlina o plata 925, es una aleación compuesta por un 92,5% de plata pura y un 7,5% de otros metales, generalmente cobre. Esta combinación proporciona la dureza necesaria para la fabricación de joyas y objetos decorativos, manteniendo el brillo y la belleza característicos de la plata. Aunque en ocasiones se encuentran aleaciones con un 95% de plata (plata 950), lo más común es la plata 925.
La plata pura es demasiado blanda para ser utilizada en joyería, por lo que se mezcla con otros metales para mejorar su resistencia y durabilidad. Esta aleación, conocida como plata de ley 925, es ampliamente utilizada en la fabricación de joyas y objetos decorativos debido a su equilibrio perfecto entre pureza y dureza.
Es importante destacar que la plata de ley 925 mantiene el brillo y la apariencia de la plata pura, pero con una mayor resistencia, lo que la convierte en una opción popular para la creación de piezas duraderas y de alta calidad.
Además, la plata de ley 925 es hipoalergénica, lo que significa que es poco probable que cause reacciones alérgicas en la mayoría de las personas.
A lo largo de la historia, se han utilizado diversas aleaciones de plata con distintos grados de pureza, adaptándose a las necesidades y preferencias de cada época y región. Durante períodos de escasez o por razones económicas, los plateros ajustaban las combinaciones según las circunstancias. A continuación, se detallan las principales aleaciones y sus denominaciones en diferentes países:
Principales aleaciones de Plata y sus Calibres
Plata Fina (999): Compuesta por un 99,9% de plata pura, es extremadamente maleable y, por lo tanto, poco utilizada en joyería, ya que las piezas pueden deformarse con facilidad. Se encuentra comúnmente en forma de lingotes y monedas. Aunque esta es la más pura, también existen otras aleaciones con diferentes grados de pureza.
Plata de Primera Ley (925) o Plata Esterlina: Con un 92,5% de plata, es la más común en joyería debido a su equilibrio entre pureza y durabilidad. Esta aleación contiene un 7,5% de otros metales, generalmente cobre, lo que le otorga mayor resistencia sin comprometer su característico brillo. Además de esta, existen otras aleaciones como la plata 950 y la plata 900, utilizadas en diferentes contextos.
Plata 950: Esta aleación contiene un 95% de plata pura y un 5% de otros metales, comúnmente cobre. Es apreciada en la joyería por su alta calidad y durabilidad, siendo ideal para la fabricación de piezas finas como anillos de compromiso, collares y pulseras. Aunque es popular, también se encuentran otras aleaciones como la plata 960 y la plata 935.
Plata de Segunda Ley (800): Contiene un 80% de plata y un 20% de otros metales. Aunque es más resistente que la plata fina, su menor contenido de plata la hace menos valiosa y menos utilizada en piezas de alta joyería. Es común en cubertería y objetos decorativos. Además de esta, existen otras aleaciones con diferentes porcentajes de plata, como la plata 835 y la plata 830.
Denominaciones de la Plata en Diferentes Países
Plata Britania (958): Introducida en Inglaterra en 1697, contiene un 95,8% de plata y se utilizó como estándar para monedas y objetos de valor. Aunque es una de las más reconocidas, también existen otras aleaciones británicas con diferentes grados de pureza.
Plata Francesa (950): Este estándar se refiere a una aleación con un 95% de plata, común en objetos de plata franceses de alta calidad. Sin embargo, en Francia también se utilizan otros estándares, como los de 800 y 925 milésimas.
Plata Rusa (Zolotnik): El sistema zolotnik es una antigua medida rusa de pureza. El Zolotnik 91 (947) corresponde aproximadamente a una pureza de 94,7%. El Zolotnik 88 (916) tiene una pureza aproximada del 91,6%. El Zolotnik 84 (875) corresponde a una pureza de 87,5% y fue común en objetos de plata rusos antiguos. Además de estos, existieron otros calibres menos comunes en la platería rusa.
Plata Escandinava (830): Con una pureza del 83%, es típica en piezas de plata de países escandinavos. Aunque este es el estándar más reconocido, también se han utilizado otras aleaciones con diferentes grados de pureza en la región.
Plata Alemana (800 - 835): La plata alemana suele tener una pureza que oscila entre el 80% y el 83,5%, utilizada en cubertería y objetos decorativos. Además de estas, en Alemania también se han empleado otras aleaciones con diferentes porcentajes de plata.
Plata Moneda (750 - 900): Las monedas de plata históricamente han tenido purezas variables, generalmente entre 75% y 90%, dependiendo del país y la época. Además de estos rangos, en diferentes regiones y períodos se han utilizado otras aleaciones específicas para la acuñación de monedas.
Estas denominaciones reflejan las tradiciones culturales y los estándares legales de diversas naciones, adaptándose a las propiedades deseadas en las piezas finales y a las normativas locales.
La plata en la economía y las minas históricas
La plata ha desempeñado un papel crucial en la economía de muchos países. Durante el Imperio Español, las minas de plata en América, especialmente en Potosí (actual Bolivia) y Zacatecas (México), fueron fundamentales para la economía española, financiando guerras y expansiones territoriales.
En la actualidad, países como México y Perú siguen siendo líderes en la producción de plata, con minas emblemáticas que continúan aportando significativamente a sus economías.
Plata pura y su uso en joyería
Los lingotes de plata, generalmente de pureza 999, se utilizan principalmente como inversión y en aplicaciones industriales. Sin embargo, para la fabricación de joyas, la plata pura es demasiado blanda. Por ello, se alea con otros metales para aumentar su dureza y durabilidad, resultando en aleaciones como la plata 925, ideales para la creación de piezas de alta calidad.
Marcas y sellos en la plata
Para garantizar la autenticidad y pureza de las piezas de plata, es común encontrar marcas o sellos estampados en ellas. El sello 925 es el más habitual, indicando que la pieza es de plata de ley con un 92,5% de pureza. Otros sellos pueden incluir el nombre, el punzón o el contraste del fabricante, así como marcas oficiales que certifican la calidad del metal según las normativas del país de origen.
Esta información es muy valiosa para los coleccionistas, quienes en muchos casos se convierten en investigadores audaces. A través de libros, museos y su propio conocimiento, logran determinar el origen, el año, el fabricante y el tipo de plata de una pieza. Todos estos sellos se convierten en una especie de "código de barras" que finalmente construye la historia de esa pieza, objeto o joya.
En resumen, la plata de ley, especialmente la plata 925, ha sido y sigue siendo un material fundamental en la creación de joyas antiguas y vintage, apreciadas por su durabilidad, belleza y valor histórico. Conocer los diferentes tipos de plata y sus características nos permite apreciar aún más estas piezas únicas que han perdurado a lo largo del tiempo.
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